Estados Unidos moderó el martes la advertencia para sus ciudadanos que viajan a El Salvador, después de que ambos países firmaran un acuerdo para frenar la migración irregular y en coincidencia con la visita a Washington del presidente Nayib Bukele.
Según un boletín divulgado por la Embajada Americana, en una escala de cuatro niveles -en la que el máximo equivale a una alerta de «No viajar»- El Salvador obtuvo un dos, con la recomendación de moverse con mayor cautela y una advertencia de crímenes violentos y presencia de pandillas.
Bukele, que se encuentra en Washington para participar en un foro de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, celebró la noticia.
«Hace algunos años, El Salvador era uno de los países más violentos del mundo. Ahora no sólo ya no lo somos, sino que hemos reducido el crimen en un 60% en menos de tres meses», dijo el mandatario.
El gobernante, cercano con Estados Unidos, dijo que esta noticia es un «reconocimiento» y afirmó que duplicará el turismo.
En un comunicado, la presidencia de El Salvador señaló que antes el país estaba en un nivel tres, que aconseja a los ciudadanos de Estados Unidos que reconsideren su viaje, principalmente debido a alto grado de violencia de grupos delictivos.
Hace diez días, El Salvador firmó un acuerdo de asilo con Washington para frenar la migración irregular, en un momento en que el gobierno de Donald Trump cerró otros pactos similares con Guatemala y Honduras.
Queremos tener la «mejor relación posible con Estados Unidos», dijo Bukele este martes, después de reunirse con Trump durante la Asamblea General de la ONU celebrada en Nueva York la semana pasada, cuando celebró la sintonía entre ambos.
El boletín del Departamento de Estado advierte a los turistas que eviten caminar o conducir en la noche, que no se resistan a los atracos callejeros y que estén especialmente alertas cuando concurran a bancos o cajeros automáticos.
Transcurridos tres meses de gobierno de Bukele, el promedio de homicidios diarios en El Salvador fue de 4,2 víctimas con picos que han llegado a 19 asesinatos en un solo día, frente a un nivel de 10 registrado en mayo.
Durante su visita al país norteamericano, Bukele se reunió con salvadoreños afectados por la cancelación de un programa de Estatuto de Protección Temporal (TPS) que impedía su deportación y que caduca en 2020.
José Palma, de la organización Alianza Nacional TPS, dijo a periodistas que ese estatuto es «un programa humanitario que Estados Unidos otorga a países que sufren desastres naturales o están en medio de un problema caótico» y que El Salvador recibió este beneficio después de un terremoto en 2001.
La administración Trump, de duro discurso antiinmigración, anunció a partir de 2017 la cancelación del TPS para seis de los 10 países actualmente elegibles, argumentando que las condiciones que motivaron su inclusión en el programa desaparecieron y por lo tanto los beneficiarios deben regresar a casa.
«Debemos trabajar juntos para que la comunidad del TPS continúe protegida en Estados Unidos porque nosotros creo que ayudamos más a nuestro país viviendo aquí», dijo Palma.
Según los últimos datos oficiales, hay unos 195.000 salvadoreños con este estatuto migratorio de un total de 300.000, la gran mayoría de ellos latinoamericanos.
Bukele «se comprometió a apoyar la campaña», dijo Palma tras la reunión.