El Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra las Mujeres instaló audiencia, tras dos suspensiones en las últimas semanas y sin que las autoridades hayan detenido al principal sospechoso del asesinato de la agente Karla Ayala, el exagente de elite Juan Josué Castillo, conocido como “Samurai” y quien es prófugo de la Justicia desde el 29 de diciembre de 2017.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), Castillo hirió de bala a la agente Ayala durante una fiesta “navideña” y luego huyó con ella hasta la zona oriental del país.
El cuerpo de la víctima fue localizado en septiembre de 2018 en una fosa en un terrero que pertenece a la familia de Castillo.
Se espera que la diligencia, en la que se decidirá si el proceso pasa o no a juicio, se extienda por dos días.
Los procesados, entre los que se encuentra el exjefe del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) Julio César Flores Castro, enfrentan cargos de feminicidio agravado e incumplimiento de deberes.
David Ramírez, abogado de Flores, indicó que el exjefe policial únicamente es acusado de incumplimiento de deberes y señaló que el Ministerio Público “no ha logrado acreditar” el delito.
“A pesar de que la investigación tuvo una duración de aproximadaMente 15 meses, no se logró determinar la existencia de un hecho delictivo” , sostuvo Ramírez.
Este crimen llevó a las autoridades a disolver la referida unidad élite y a lanzar el 14 de febrero de 2018 la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP), conocidos como «Jaguares».
Arnau Baulenas, abogado de la familia de Ayala y miembro del jesuita Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), lamentó que las autoridades no han logrado detener a Castillo.
Apuntó que “no solo podemos atribuir toda la responsabilidad” del crimen a Castillo, dado que supuestamente contó con la “complicidad de otros agentes”.
La Policía desarticuló a finales de septiembre pasado un grupo que se dedicaba al exterminio de pandilleros en la zona oriental del país y que supuestamente era coordinado en parte por “Samurai”.
Según un informe de Amnistía Internacional (AI), los altos niveles de violencia y de feminicidios hacen de El Salvador uno de los países “más peligrosos” del mundo para las mujeres.