Por Benito Solís
Los mercados financieros globales han tenido gran volatilidad en las pasadas semanas y para muchos no existe una clara explicación de las causas que están provocando este entorno. Mientras que algunos opinan que se está iniciando un fuerte ajuste de las bolsas de valores, después de un incremento extraordinario en los pasados años, otros opinan que es momento de invertir en los mercados bursátiles, lo que parece confirmarse en unos días posteriores cuando se registran nuevos máximos de los mismos. Un entorno que parecía improbable solo hace algunos meses, hoy ocurre todos los días. Suben y bajan los tipos de cambio, la inflación alcanza niveles no vistos en varias décadas en distintos países, por lo que en algunos lugares las tasas de interés suben como reflejo de los precios, pero en otros anuncian que esto es transitorio y que volverá a disminuir en el siguiente año, incluso anunciado los niveles trimestrales que podría tener en 2022, lo que apoya a que sigan bajas las tasas de interés.
Así, las divisas de la gran mayoría de los países subdesarrollados tienen una importante caída y en cada país se le da una explicación local, como la moratoria de la deuda en Argentina, el nombramiento de un nuevo integrante de la junta de gobierno del banco central en México o decisiones en contra de la democracia en Turquía y en Nicaragua o el uso como moneda oficial del bitcoin en El Salvador. Sin embargo, al mismo tiempo el director de la Fed anuncia que el aumento de la inflación puede no ser temporal y que podría modificar la política monetaria antes del tiempo previsto, lo cual puede ser la causa principal que afecta a los mercados globales.
En este entorno, es muy difícil encontrar las principales causas que están provocando esta volatilidad y más arduo poder prever que sucederá el próximo año, labor que los directores generales y de finanzas de las empresas deben de definir para poder elaborar sus presupuestos anuales, que deberán presentar a sus consejos y superiores en estas semanas.
Temas como saber si conviene incrementar la deuda o mejor utilizar la liquidez que tengan para reducir la misma es un gran reto y una mala decisión puede significar no solo perder su trabajo, sino la misma quiebra de la empresa. Por otro lado, ser acertado puede llegar a representar una importante utilidad para el grupo, todo lo cual no tiene una relación directa con la productividad de la compañía. Si la inflación del próximo año es mayor que la tasa de interés y la empresa puede elevar los precios de sus productos, logrará tener utilidades. Pero si sucede lo contrario, puede desaparecer su puesto de trabajo.
Tal vez el principal factor que explica la actual situación financiera global es la política monetaria expansiva que han seguido los bancos centrales de los países desarrollados y las reacciones individuales de las demás naciones a este entorno. Los gobiernos en las zonas desarrolladas han enfrentado sus diferentes crisis económicas de las últimas décadas con políticas monetarias expansivas y las consecuentes disminuciones de las tasas de interés, que en la mitad de ellos son incluso negativas.
Estas crisis lo mismo han sido los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York, que las caídas de las bolsas de valores resultante de las “burbujas” de las acciones de tecnología, de la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos, que la reciente y fuerte recesión provocada por el coronavirus.
Lo relevante ha sido el largo periodo de expansión monetaria, con un impacto muy reducido en inflación, que se puede deber a cuatro principales factores: 1)La actual revolución tecnológica, 2) El periodo de bajo conflicto entre las naciones después de la caída del Muro de Berlín, 3) El drástico incremento del comercio internacional y 4) La incorporación de China al comercio mundial, con una disminución de los precios de sus manufacturas.
Sin embargo, hay coincidencia de que este periodo de expansión monetaria está llegando a su fin, pero hay preocupación que detenerla de una manera abrupta ocasionaría mayores costos que los que se pretenden evitar. Esto es especialmente cierto en los Estados Unidos, en donde se ha planteado hacerlo de una manera paulatina durante 2022, con el objetivo de detener la inflación con muy ligero incremento en las tasas de interés. Esto tendrá su impacto en los demás países dependiendo de la manera en que cada uno pueda hacer su ajuste individual. Sin embargo, la creciente ola de contagios que está provocando el Covid dificulta tomar la decisión de reducir la liquidez y los distintos países actuarán de acuerdo a la debilidad de cada economía.