Las autoridades españolas consiguieron remolcar a puerto el narcosubmarino interceptado en las costas de Galicia (noroeste de la Península Ibérica) procedente de Colombia con más de 3.000 kilogramos de cocaína en su interior. Es la primera vez que una embarcación de estas características es encontrada en Europa.
La operación se realizó en colaboración con agencias de seguridad de Brasil, Portugal, Estados Unidos y Reino Unido, a quienes el delegado del Gobierno central en la región de Galicia, Javier Losada, agradeció la cooperación. «Habrá un antes y un después en las investigaciones de narcotráfico después de esta macrooperación internacional», aseguró.
La nave fue detectada hundida a poca profundidad el pasado domingo muy cerca de la costa de Galicia. La embarcación tiene un tamaño más que considerable, al contar con 20 metros de eslora. Aunque es calificado como submarino, en realidad, es una nave semisumergible que navega a ras de superficie para no ser detectado por los radares.
La policía detuvo a dos tripulantes de la nave, de nacionalidad ecuatoriana, mientras que un tercero, español, logró huir y las autoridades creen que es un hombre que conoce bien la zona.
Las investigaciones comenzaron cuando el Centro de Análisis y Operaciones en materia de Narcotráfico (MAOC, con sede en Lisboa) alertó a las autoridades españolas que la nave se dirigiría a España por el Atlántico, presuntamente cargada con cocaína, según detalló un comunicado de la Guardia Civil.
Desde ese momento se desplegó un dispositivo de detección con medios aeronavales en el noroeste español y se reforzó la presencia policial en toda la zona de costa para detectar la llegada del submarino.
El temporal del pasado fin de semana no permitió al semisumergible entregar la droga a una segunda embarcación, tal como tenían planeado, lo que obligó a sus tripulantes a desplazarlo hasta la costa, donde los detenidos provocaron su hundimiento y lo abandonaron en la noche del sábado pasado.
Esta maniobra fue detectada por una patrulla de la Guardia Civil con medios de visión nocturna, que localizó el lugar de llegada de la nave y detectó la posterior huida de sus tripulantes. En ese momento se detuvo a un hombre equipado con un traje de neopreno, y en la mañana del domingo se logró detener al segundo narcotraficante, mientras que el tercero logró huir de las autoridades.
Tras la captura del sumergible, se le soltaron los arneses al llegar a puerto tras ser reflotado y arrastrado por un remolcador y dos pesqueros y se hundió hasta una profundidad de aproximadamente una decena de metros, complicando aún más la tarea de los investigadores.
La rotura de los arneses que sujetaban los flotadores se produjo cuando las autoridades españolas procedieron a ubicar el submarino sobre la rampa de acceso al puerto, aprovechando la pleamar, con el objetivo de facilitar el acceso al interior para inspeccionar la droga.
Operaciones que recuerdan al pasado
Las autoridades españolas investigan a tres clanes gallegos del tráfico de drogas como posibles responsables del viaje del sumergible detectado, ya que consideran que hace falta una organización «potente» para una operación de esta magnitud.
La región de Galicia fue la puerta de entrada de la cocaína colombiana en Europa. Durante los años 80 del siglo XX se formaron una serie de cárteles en la zona que negociaron con formaciones ilegales colombianas y que hizo que se lucrasen durante años y la violencia aumentase en la región.
La gran cantidad de costas que posee Galicia y las características geográficas escarpadas hacían de este lugar el idóneo para huir de las autoridades españolas e introducir cocaína en el continente.
A partir de los 90, una serie de redadas orquestadas desde Madrid acabaron con los principales capos de la droga gallegos, encabezados por Sito Miñanco, que fue apodado como el ‘Pablo Escobar español’. A día de hoy, a pesar de estar en la cárcel, se le sigue relacionando con las mayores operaciones de narcotráfico del país.
En la actualidad quedan clanes más pequeños, pero hasta el momento todo era introducido por el método tradicional, a través de lanchas motoras muy veloces. Este modus operandi es nuevo en la zona, ya que hasta ahora solo se utilizaba para llevar cocaína a Estados Unidos.
Con información de EFE