El secretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ricardo Zúñiga, alertó que la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, está «preocupada por el rumbo de la relación bilateral» con El Salvador.
Zúñiga hizo hincapié en el deseo de Washington de recuperar relaciones con gobiernos como el del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, pero ha asegurado que para ello el Gobierno debe «comportarse como un aliado, más que como un adversario» y dejar de «vulnerar el Estado de Derecho», según recoge un comunicado.
Según manifiesta, en el seno del Gobierno estadounidense «existe una gran preocupación ante el rumbo y el distanciamiento que ha tomado la relación entre Estados Unidos y El Salvador». Sin embargo, reafirma que «se mantiene el interés por buscar un punto de entendimiento con Bukele, aunque las acciones del presidente, de algunos de sus funcionarios y de «actores vinculados al Gobierno» aumentan el distanciamiento».
Zúñiga cuestiona así a los altos cargos del país que pretenden «meterse» en la política interna estadounidense mediante ataques a funcionarios estadounidenses y ha pedido que se respete el tratado de extradición en un contexto en el que Estados Unidos pide que cabecillas de pandillas se enfrenten a cargos impuestos por las cortes estadounidenses.