Juan Guaidó presentó su Plan País en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. Esperó pacientemente su turno para hablar y cuando le tocó, hizo su discurso como lo tenía planeado. En su atril, había un recorte de papel, que movió de un lado al otro durante toda su disertación. «Ya les voy a decir qué dice el papelito», adelantó en varias oportunidades.
Cuando terminó su mensaje pautado, tomó el papelito, lo levantó y reveló: «En estos momentos las FAES están en mi casa preguntando por Fabiana». Hablaba de las Fuerzas Especiales de la Policía Bolivariana y Fabiana es su esposa, Fabiana Rosales, que estaba junta a él en el escenario. «Me voy para allá a ver qué hacen y seguro que todos los diputados me acompañan», dijo.
«La dictadura cree que nos va a amedrentar (…) le digo al FAES y a las Fuerzas Armadas que tienen tiempo de ponerse del lado correcto de la historia (…) Señores del FAES aquí estoy con mi esposa, mi hija está en mi casa y hago responsable de cualquier cosa de intimidación que le puedan hacer a mi bebé», llamada Miranda.
El jefe parlamentario, de 35 años, agregó: «De aquí salgo a mi casa». Al mismo tiempo, llamó al cuerpo diplomático, otros parlamentarios y a las personas que asistieron al acto que presidía, a acompañarlo. «A ver qué quiere el FAES», expresó.
Dicho y hecho. Al termino su pronunciamiento, Guaidó se dirigió a su domicilio. Luego de algunos minutos de fuerte expectación, el presidente interino bajó de su apartamento con su bebé en brazos y, nuevamente, acompañado de su esposa.
«Quiero agradecer a los vecinos, que tuvieron a bien de denunciar, de decir lo que estaba pasando», indicó el joven opositor, quien detalló que el FAES trasladó «dos motos y una camioneta blanca» sin identificación para preguntar en vigilancia por Fabiana.
«El objetivo es muy evidente. No van a lograr separar a la familia venezolana. Han intentado, asesinando a jóvenes, a menores de edad; han secuestrado a niños. Como no lograron intimidar a la ciudadanía, tampoco van a lograr intimidar a esta familia venezolana», advirtió.
Guaidó también agradeció al «cuerpo diplomático» que lo acompañó hasta su residencia, y a los medios de comunicación: «A pesar de que también los están persiguiendo están aquí informando».
Asimismo, aprovechó para volver a pronunciarse sobre la amnistía a militar, y pidió a los uniformados permitir el ingreso de la ayuda humanitaria: «Permitan que ayudemos a los que más lo necesitan».
El presidente interino de Venezuela se refirió a la convocatoria de movilización del próximo sábado. «Seguiremos en las calles para respaldar el ultimátum que diera la Unión Europea a Maduro (…) Estamos determinados a seguir para adelante para garantizar el cese de la usurpación».
La FAES (Fuerza de Acción Especial de la Policía Nacional Bolivariana) es el escuadrón policial más temido en Venezuela y, desde que escaló la tensión en las calles con la juramentación de Juan Guaidó como Presidente Encargado, esos agentes están señalados como autores de la mayoría de los 35 muertos y más de 850 detenciones.
Para Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), la prestigiosa ONG de derechos humanos que documenta seriamente los muertos y las detenciones arbitrarias, «la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB (Policía Nacional Bolivariana) es un escuadrón de la muerte que siembra terror en las zonas populares con una acción sistemática de ejecuciones, allanamientos arbitrarios, robo en las viviendas y maltrato a detenidos».
El martes, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -de línea oficialista- prohibió a Guaidó salir de Venezuela y congeló sus cuentas y bienes, tras abrirse una investigación en su contra por «usurpación» de funciones.