La resistencia a los medicamentos es la principal causa de muerte en mujeres con cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos, la forma más común de la enfermedad. Ahora, los investigadores identificaron un elemento dietético ordinario que puede aumentar las posibilidades de que un cáncer de mama se vuelva resistente a los medicamentos.
La conexión del aminoácido leucina, presente en alimentos como la carne de res, cerdo, pollo, pescado, productos lácteos y frijoles, aumenta la esperanza de que una intervención relativamente simple, como el cambio a una dieta baja en leucina, pueda reducir la incidencia de resistencia a los medicamentos, que es responsable de una gran parte de las aproximadamente 40 mil muertes que ocurren cada año por cáncer de mama.
El trabajo también plantea la posibilidad de que se pueda desarrollar un medicamento para reflejar los efectos de esa restricción dietética, al bloquear la capacidad de las células para tomar leucina del ambiente circundante.
La resistencia a los medicamentos es la principal causa de muerte en mujeres con cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos
Senthil Muthuswamy es profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y director del programa de biología celular en el Centro de Cáncer en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, y señaló que los científicos en su laboratorio ya comenzaron experimentos con ratones para ver si los cambios en la dieta pueden hacer una diferencia en el curso de la enfermedad. También están explorando si un medicamento experimental que ya está en ensayos clínicos para otro propósito puede bloquear la capacidad de las células tumorales para absorber la leucina.
«La hormono resistencia es un problema serio de las pacientes con este tipo de enfermedad, que son receptores hormonales positivos, HER 2 negativos y que son alrededor del 70% de nuestras pacientes con cáncer de mama», reconoció la jefa del Departamento de Oncología del Instituto Ángel H Roffo, Valeria Cáceres (MN 79930) consultada por Infobae.
Para la directora de la carrera de médicos especialistas en oncología clínica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), «estos hallazgos son recién en estudios en fase cero, es decir, realizados en animales, por lo tanto todavía es muy temprano para intentar sacar una conclusión».
«Podría ser el inicio de una línea de investigación, pero de ahí a que sea una realidad falta y ya tuvimos varias experiencias con otras investigaciones que luego no prosperaron por lo que hay que ser muy cautos con este tipo de noticias», reconoció la especialista.
Muthuswamy destacó que «muchas mujeres se están muriendo a causa de esta condición» y en ese sentido sostuvo que «si se puede tener algún impacto en esa cohorte, ya sea a través de un medicamento o simples manipulaciones dietéticas combinadas con algún otro tratamiento, eso sería enorme».
La investigación dirigida por Muthuswamy y financiada por una subvención de los Institutos Nacionales de Salud fue realizada por un equipo que incluyó al investigador Yasuhiro Saito, primer autor de un artículo publicado recientemente en la revista Nature, y colegas de Beth Israel, el Instituto de Cáncer Dana-Farber, la Universidad de Keio en Japón, el Centro de Cáncer Princess Margaret en Toronto y la Universidad de Toronto.
Los investigadores hallaron que el cáncer de mama resistente al tamoxifeno contrarresta los efectos del fármaco al aumentar la ingesta de leucina
Las posibles intervenciones se aplicarían al cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo, que representa aproximadamente el 70% de los alrededor de 260 mil casos anuales en los EEUU.
Las células de cáncer de mama se nutren de la hormona, por lo que los fármacos bloqueadores del estrógeno, como el tamoxifeno, se desarrollaron para detener su crecimiento y propagación.
Según Muthuswamy, la resistencia al tamoxifeno y otros fármacos bloqueadores de estrógenos es una causa importante de recurrencia y metástasis. Una vez que la resistencia impide el funcionamiento de cualquiera de los fármacos bloqueadores de estrógenos disponibles, la muerte generalmente se produce en dos o tres años.
«Me basé en esos datos y traté de ver si esto proporcionaría alguna información sobre la resistencia endocrina, porque estoy muy interesado en tratar de ayudar a esos pacientes», aseguró el científico.
Muthuswamy y su equipo encontraron que el cáncer de mama resistente al tamoxifeno contrarresta los efectos del fármaco al aumentar su ingesta de leucina, un aminoácido que el cuerpo normalmente usa para producir proteínas y que debe consumirse en los alimentos. En experimentos con ratones sembrados con células de cáncer de mama resistentes al tamoxifeno, los investigadores encontraron que el bloqueo de la leucina para que no entrara en las células hizo que los tumores resistentes se encogieran.
El trabajo surgió de una investigación general de cómo las células de cáncer de mama ER + responden a un ambiente estresante. Los investigadores descubrieron por primera vez que las células aumentaban su uso de leucina y, a medida que los científicos exploraban la relación entre las células de cáncer de mama y la leucina, descubrieron que una molécula llamada SLC7AS en la superficie celular desempeña un papel clave al transportar la leucina desde el entorno circundante a las células.
Controlar la resistencia endocrina es uno de los mayores problemas clínicos en el cáncer de mama
También encontraron que cuando la leucina escaseaba en el medio ambiente, las células movían más SLC7AS a la superficie celular y que las células resistentes al tamoxifeno tenían más SLC7AS en su superficie que las células no resistentes. Las células con SLC7AS adicionales en su superficie pudieron crecer y dividirse incluso en ambientes pobres en leucina.
Además de la investigación clínica de seguimiento que ya comenzó, Muthuswamy dijo que su laboratorio está investigando cuestiones de ciencia básica, como el mecanismo por el cual la leucina nutre las células cancerosas y cómo la molécula transportadora SLC7AS se mueve desde la célula a la superficie celular, según publicó The Harvard Gazette.
Muthuswamy, quien admitió que «controlar la resistencia endocrina es uno de los mayores problemas clínicos en el cáncer de mama», se mostró emocionado por los hallazgos y por la posibilidad de que los resultados positivos en la próxima fase de la investigación puedan dar como resultado la rápida transición a la clínica de una nueva herramienta para combatir el cáncer de mama ER +. Los oncólogos, según dijo, son preguntados a menudo por sus pacientes sobre si un cambio en la dieta ayudará en el curso de la enfermedad, y quizás pronto puedan contar con una respuesta más esperanzadora.