Venezuela inició el lunes una semana con llamados a nuevas manifestaciones contra el presidente Nicolás Maduro, mientras que el líder opositor Juan Guaidó sumaba más apoyos internacionales como mandatario encargado del país.
La nación petrolera vive renovadas presiones políticas luego de que la juramentación de Maduro el 10 de enero para un nuevo sexenio provocó el rechazo de países de la región, Estados Unidos y Europa, que a su vez respaldaron la semana pasada a Guaidó como el legítimo presidente.
Guaidó, un ingeniero de 35 años que se juramentó el 23 de enero durante una multitudinaria manifestación, sumó nuevos respaldos el lunes cuando recibió el apoyo de Australia como presidente encargado de la nación sudamericana, así como de Israel.
El dirigente opositor llamó a sus simpatizantes a salir a las calles el miércoles y a seguir entregando copias de un proyecto de ley de amnistía para civiles y militares que desobedezcan a Maduro, un campaña callejera que comenzó el domingo en todo el país.
“Debemos seguir unidos como agentes de cambios activos en cada rincón del país (…) ¡Vamos bien, muy bien Venezuela!”, escribió el lunes Guaidó, quien afirma que Maduro usurpó el poder tras adjudicarse el triunfo en unas controversiales elecciones en 2018.
En su cuenta de Twitter, también convocó a los venezolanos a salir el sábado, “no solo en todo el territorio nacional sino en todo el mundo, para respaldar el apoyo de la Unión Europea al reconocimiento de nuestra lucha y su ultimátum al usurpador”.
El pulso de poder entre Maduro y Guaidó ha provocado una serie de protestas y denuncias de grupos de derechos humanos sobre abusos policiales. El no gubernamental grupo de abogados Foro Penal dijo que 791 personas han sido detenidas en todo el país desde el 21 de enero, cuando iniciaron protestas y cacerolazos contra el gobierno.
Según el grupo de derechos humanos Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, 28 personas han fallecido en distintos puntos de la nación en el mismo período en protestas asociadas a las manifestaciones opositoras que reclaman un cambio de gobierno.
La crisis económica sin precedentes en Venezuela, sumergida en recesión desde hace cinco años y una inflación sideral de más de un millón por ciento, ha provocado la salida de unos tres millones de personas desde el 2015, según Naciones Unidas.
Las agencias de migración y refugiados de Naciones Unidas denunciaron el lunes ataques físicos y verbales contra los venezolanos en América Latina e instaron a los líderes de la región a condenar la xenofobia y a mostrar solidaridad.
“Aunque aislados y no representativos, estos actos de odio, intolerancia y xenofobia son extremadamente preocupantes”, dijeron la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado.
El Papa Francisco también habló sobre Venezuela al regresar de su viaje a Panamá: “Yo sufro por todo esto”, afirmó. “¿A qué le tengo miedo? A un derramamiento de sangre”, declaró luego de que llamó a buscar una solución justa y al respeto a los derechos humanos en Venezuela.
En tanto, Estados Unidos aceptó el domingo a Carlos Vecchio como encargado de negocios de Venezuela en Washington, después de que fuera designado para ese cargo por Guaidó.