En Illinois, las temperaturas podrían subir 26,6° Celsius (80° Fahrenheit) en cuestión de días. En Michigan, el derretimiento de la nieve, la lluvia y un atasco de hielo de 27 kilómetros (17 millas) de largo en el río Muskegon podrían causar inundaciones. Y alrededor del centro norte de Estados Unidos, el pronóstico de clima más cálido sin duda ocasionará más rupturas en vialidades y cañerías.
Se pronostica que el vórtice polar tendrá un final abrupto con un rápido derretimiento que, según expertos, podría no tener precedentes. Pero el cambio drástico de pasar de ropa térmica a pantalones cortos podría ocasionar sus propios problemas.
«Creo que nunca ha habido un caso en donde hayamos pasado por un cambio (tan grande) en temperaturas» en el invierno, dijo Jeff Masters, director de meteorología de la firma Weather Underground. «Olas de frío récord anteriores no se han disipado tan rápido… Aquí estamos, pasando a temperaturas primaverales».
El jueves, el sistema se movió hacia el este, provocando condiciones árticas en una región que abarcaba desde Búfalo hasta Brooklyn. En el occidente de Nueva York, una tormenta que dejó caer 51 centímetros (20 pulgadas) de nieve abrió paso a temperaturas bajo cero y sensaciones térmicas que punzaban la cara. En la ciudad de Nueva York, unos 200 bomberos que combatían un incendio en un edifico comercial se turnaban para calentarse en los camiones. Al menos 15 muertes se han relacionado con el frío.
El drástico cambio de temperatura será un alivio del frío entumecedor que obligó la suspensión de clases, cierre de negocios y paralización de trenes. Sin embargo, aparecerán baches en vialidades y puentes debilitados por el ciclo de deshielo. El mismo ciclo puede provocar que cañerías y tuberías truenen. A muchos vehículos se les saldrá el aire de las llantas y se doblarán los rines.
Joe Buck, quien dirige el servicio de grúas Schmit en Minneapolis y pasó unas 20 horas al exterior esta semana atendiendo llamadas de vehículos averiados, dijo que ya recibe llamadas para recoger el lunes un retraso de cientos de vehículos parados.
«El domingo estaremos a 4° C (39 Fahrenheit) SOBRE cero», dijo Buck, quien ha operado 18 grúas día y noche con sensaciones térmicas que bajaron a -45° C (-50° F).
No se espera que el impacto en la economía en general sea muy fuerte.
«Sólo aparece marginalmente en los datos económicos», dijo Diane Swonk, economista en jefe en la firma contable Grant Thornton, quien trabajó desde casa porque sus oficinas en Chicago cerraron por el clima.
Mark Zandi, economista en jefe de Moody’s Analytics, dijo que un motivo por el cual el frío severo tiene menos impacto en la economía es que, a diferencia de un huracán, la gente no se queda sin electricidad.
«Las personas se quedarán en casa, pero pueden hacer cosas como comprar en línea», dijo Zandi. «La vida continúa. Es una alteración a la vida diaria, pero no es un gran golpe para la economía».
Con información de AP