Los vivos colores de la tumba de Tutankamón, el faraón más conocido de Egipto, han recuperado su brillo y esplendor gracias a un proyecto de restauración que se ha extendido una década y fue presentado el jueves al público.
Es uno de los faraones más conocidos del gran público: Tutankamón ha visto cómo su tumba, en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, Egipto, ha sido víctima de su éxito, al punto de encontrarse seriamente amenazada.
El proyecto, desarrollado por el Getty Conservation Institute (GCI) de Estados Unidos, se ha centrado en mejorar las condiciones ambientales de la tumba para tratar de protegerla de la erosión del turismo, que está regresando con fuerza a la necrópolis real excavada en los cerros desérticos de Luxor, en el sur de Egipto
Los microscopios de los científicos pudieron inclusive examinar con la mayor precisión las misteriosas «manchas marrones», características de esta tumba real. El temor era que estas manchas pudieran convirtirse en una amenaza para las representaciones murales de Tutankamón, pintado en particular junto a la diosa Nut, quien lo recibió en el reino de Dios.
Fotos de Reuters y AFP