La historia se repite y Neymar se vuelve a dejar querer. No es algo nuevo, ya sucedió el pasado año. En las últimas semanas han vuelto a llegar mensajes por el Santiago Bernabéu. La familia, o mejor dicho, el padre, ha hecho llegar a los dirigentes del Real Madrid, que en los planes del delantero entraría un posible cambio de equipo a finales de la presente temporada. Vamos, como hace doce meses, en los que se dejó querer, para luego no atreverse a dar el paso de decir a Al Khelaifi que quería abandonar el PSG.
En el Barcelona manejan la misma información, pero ningún dirigente del club azulgrana piensa mover un dedo para una posible vuelta de Neymar. A Leo Messi le gustaría volver a tener de compañero al brasileño, pero no Josep María Bartomeu ni ninguno de sus directivos, han planteado en momento alguno el hipotético regreso de un jugador que se fue porque quiso y que tiene denunciada a la entidad.
Por París saben de este movimiento. Son conscientes de que el golpe de verse fuera de la Champions League ha hecho mucho daño al delantero y se plantean una nueva mejora del contrato sin obtener una ampliación del compromiso en años. Meses atrás, Neymar se convirtió en la imagen del banco Nacional de Qatar, asegurándose una importante mejora de los emolumentos que recibía. A Khelaifi quiere repetir la jugada ante la complicada primavera de rumores que se avecinan con el futuro del brasileño en juego.
El Real Madrid por el momento se va a mantener a la expectativa. Sus dirigentes no quieren que la historia vivida durante la primavera y verano de 2018 se repita. Si de verdad Neymar quiere jugar en el club blanco deberá ser él el que se manifieste y el que haga todo lo posible para que se produzca.
La relación entre el Real Madrid y el PSG, es decir, en entre Al Khelaifi (no es el dueño del club) y Florentino Pérez es más que correcta y por el Bernabéiu tienen claro que en caso de plantear una operación, los primeros en saberlo serían los dirigentes del equipo francés, que todavía continúan en estado de shock después de la eliminación ante el Manchester United.
La solución se alargará en el tiempo. No será sencilla y aunque Neymar dude, los 224 millones de euros que pagaron por él y el orgullo de todo un país como es Qatar, dificultan aun más el que sería el gran fichaje del verano por parte del Real Madrid.