El vicefiscal general de Estados Unidos, Rod Rosenstein, presentó este lunes su renuncia al presidente Donald Trump. La dimisión se hará efectiva a partir del 11 de mayo.
En su misiva, Rosenstein agradeció a Trump el haberle dado «la oportunidad de servir»: «Por la cortesía y humor que usted a menudo muestra en nuestras conversaciones personales; y por las metas que estableció en su discurso de investidura: patriotismo, unidad, seguridad, educación y prosperidad (…)».
«Nuestras elecciones son más seguras y los ciudadanos están mejor informados de los esfuerzos secretos de potencias extranjeras para influenciar nuestras elecciones», agregó.
William Barr, procurador general de la nación, señaló que Rosenstein sirvió al Departamento de Justicia «con dedicación y distinción».»Su devoción por el Departamento y su profesionalismo son incomparables», agrega el comunicado. «A lo largo de su distinguida carrera en el gobierno, ha enfrentado muchas situaciones difíciles con fuerza, gracia y buen humor».
Rosenstein, quien mantuvo una tensa relación con Trump, supervisó durante más de un año la investigación del fiscal Robert Mueller sobre la trama rusa. El abogado era el enlace principal entre el Departamento de Justicia y la oficina de Mueller.
En medio de su desempeño en el cargo, fue blanco de fuertes críticas del jefe de Estado, quien lo acusó de formar parte de un complot en su contra.
Este funcionario de alto nivel, de 54 años, se encontró en medio de la tormenta a los pocos días de su llegada al gobierno. Tras asumir sus funciones el 26 de abril de 2017, dos semanas más tarde recibió la orden de elaborar una nota para expulsar al director del FBI de entonces, James Comey.
Después de acometer esta misión encomendada por la Casa Blanca, Rosenstein dio, algunos días más tarde, un golpe de timón en sentido contrario: el de la independencia del poder judicial, al nombrar a Mueller.
El secretario de Justicia de entonces, Jeff Sessions, se declaró impedido en el caso ruso, y el «fiscal general adjunto» tuvo que encargarse del asunto.
En su nota de despedida, Rosenstein asegura que el departamento de Justicia «aplica la ley sin miedo ni favoritismo, porque las pruebas no son partidarias, ni la verdad dictada por los sondeos de opinión».
El pasado mes de febrero, Trump nominó a Jeff Rosen para convertirse en el nuevo «número dos» del Departamento de Justicia en sustitución de Rosenstein.
Rosen es un experimentado abogado con experiencia en el Gobierno de George W. Bush y que desde mayo de 2017 ejercía como subsecretario de Transporte, cargo desde el que ha tratado de revertir los objetivos de rendimiento de combustibles del ex presidente Barack Obama.
Con información de AFP