El asesinato violento de dos policías y tres militares, y la explosión de un coche bomba que dejó dos policías lesionados durante el pasado fin de semana han marcado una escalada de violencia por parte de las pandillas, a la puerta del ingreso en el poder de Nayib Bukele, un joven de 37 años que llego a la presidencia de la República salvadoreña desplazando a los partidos tradicionales, ARENA y FMLN, sin haber mencionado en su campaña electoral el problema de los grupos delictivos conocidos como “maras”.
La detonación el lunes de un coche bomba por pandilleros detonaron hiriendo a un oficial y un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) mientras inspeccionaban un automóvil abandonado en una cancha de fútbol en la periferia este de la capital con una bomba “cazabobos” y en el que se sospechaba habían una persona muerte cambie o violentamente la apreciación ciudadana sobre el combate a la delincuencia.
El hecho no es nuevo en el país. En febrero 2018, dos miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de Santa Tecla resultaron lesionados tras explotar un automóvil abandonado sobre la carretera al Puerto La Libertad. Se determinó que el automóvil tenía explosivos artesanales.
Entre sábado y domingo, los pandilleros asesinaron a dos policías y tres militares de diferentes puntos del país cuando estos gozaban de sus días de descanso y el director de la Policía Nacional Civil (PNC), comisionado Howard Cotto, aseguró en una rueda de prensa que se trató de ataques planificados.
“Hemos logrado identificar a un grupo aproximado de diez sujetos que a nivel nacional están organizando esta oleada por parte de la pandilla MS (Mara Salvatrucha MS 13). De hecho, ya detuvimos a dos”, dijo Cotto a periodistas.
Por su parte, el jefe de la subdelegación de San Miguel, Carlos Villalobos, dijo a periodistas que en las últimas semanas los pandilleros “han amenazado a gente de la fuerza armada y a otros pandilleros por la depuración interna que mantienen, y ahora se presentan amenazas de muerte contra policías”, sin embargo, se conoció que los agentes no fueron advertidos por sus superiores de manera oportuna.
Mientras, las Fuerzas Armadas condenaron en un comunicado de prensa los asesinatos y advirtió su comandancia que “este tipo de acciones no incidirán en su compromiso ante la sociedad salvadoreña de continuar apoyando a la PNC en tareas de seguridad”.
Lo anterior «es una respuesta una respuesta del crimen organizado y de las pandillas ante los recientes operativos de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional Civil que han golpeado las estructuras criminales y han golpeado nuevamente el corazón de las finanzas de ciertas estructuras, principalmente de la MS 13”, afirmó el criminólogo experto en pandillas, Ricardo Sosa a periodistas.
Según el experto, los recientes ataques a los policías y militares “no puede tratarse de un golpe al azar; es un plan estructurado para hacerse sentir y demostrar el poder que tiene ellos dentro del enfoque criminal”. Agregó que también le están enviando un mensaje al nuevo gobierno, de Nayib Bukele, que asumirá el poder el 1 de junio. “Ellos tiene el control de ciertos sectores del país y están esperando cuál será su reacción entre el crimen organizado y las pandillas”.
Sin embargo, el presidente electo, Nayib Bukele, ha advertido en sus redes sociales que el incremento de la violencia las últimas semanas podría ser producto de una estrategia de “castigo” por parte del FMLN a la población y a dejar desestabilizada la lucha contra las pandillas en el país.
¿Coches bomba? ¿Tácticas guerrilleras en la llamada “delincuencia común”?
¿Ante quién realmente nos estamos enfrentando?, escribió Bukele, recordando las estrategias del FMLN como guerrilla en el ataque que hizo contra la institucionalidad del país por varias décadas.
De la misma manera, la diputada arenera Karla Hernández escribió en Twitter “Ruego a Dios q el gobierno entrante desarrolle una estrategia de seguridad robusta, seria y apolítica. A ningún salvadoreño conviene q un gobierno se equivoque en materia de seguridad, sino, miren cómo estamos. Ojalá los q llegan lo hagan bien, x el bien d los salvadoreños”.
Otro arenero, el diputado Portillo Cuadra escribió: “Nuestras oraciones para que el nuevo gobierno tome las mejores decisiones ante esta ola de violencia que vive el país”.