Expertos denunciaron en Washington de que las caravanas que recientemente han recorrido Centroamérica con destino al país son promovidas por sectores que se aprovechan de la necesidad de miles de inmigrantes para convertirlos en un «ejército de invasión y de influencia política».
«Los migrantes están siendo utilizados y engañados con fines políticos por personas sin escrúpulos que al final de cuentas los quieren utilizar como un ejército de invasión y de influencia política y de deslegitimación», advirtió el secretario de Inteligencia Estratégica de Guatemala (SIE), Mario Duarte.
El funcionario, que participó en el foro «Caravanas centroamericanas ¿Son una amenaza para la seguridad de la frontera de EE.UU.?», lamentó en declaraciones a periodistas que los migrantes están siendo utilizados «como armas de desestabilización política y deslegitimación», pero aclaró que estas personas no son culpables.
A su juicio, el objetivo primario de los sectores que se aprovechan de los migrantes «es Estados Unidos y después los demás países latinoamericanos como Guatemala».
Duarte, quien recordó que el primer convoy de migrantes era de 14.000 personas que se movilizaron desde Honduras a través de Guatemala y México para llegar a la frontera con EE.UU., aseguró que han encontrado detrás de estas caravanas la participación de diferentes ONG y de sectores de la oposición política hondureña, liderados por el expresidente Manuel Zelaya.
«Fue impresionante la forma en que se organizaron estas caravanas porque utilizaron redes sociales, utilizaron Whatsapp, utilizaron todo tipo de tecnología para convencer a la gente», alertó.
El jefe de Inteligencia de Guatemala se quejó de que las ONG en vez de disuadir a los migrantes «los están ayudando para que más rápido lleguen a su destino, que es la frontera con Estados Unidos».
«Están siendo engañados por muchas personas sin escrúpulos que les dicen que los van a dejar entrar a EE.UU., que les van a dar trabajo, que les van a dar asilo y eso es el mayor indicio de que efectivamente hay una organización desde el punto de vista de logística detrás de todo esto», insistió.
Duarte consideró que para enfrentar este reto «los países tienen que integrar las capacidades de sus agencias de seguridad, de sus agencia policiales, de sus agencias de inteligencia dejando a un lado todos los temas políticos y hasta cierto punto diplomáticos».
«Si tenemos aliados con los que podamos trabajar puede hacerse mucho más fácil a la hora hacerle frente a todas estas amenazas trasnacionales», afirmó.
En la misma línea se pronunció el director ejecutivo del laboratorio de ideas conservador Center for a Secure Free Society, Joseph Humire, quien consideró que detrás de las caravanas hay «varios países» antiestadounidenses, pero que «también son antidemocráticos», y advirtió de que su objetivo es «desestabilizar Latinoamérica».
«El concepto de fronteras está en disputa, un disputa legal pero pero también política», explicó Humire a Efe, quien avisó de que Irán, Rusia y China son países que «tienen la capacidad y tienen la intención de desestabilizar América Latina para deslegitimar a EE.UU.», aunque declinó vincularlos directamente con las caravanas.
Según el experto, estos países tienen como «socios estratégicos» a Gobiernos como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Surinam y el Caribe y El Salvador, que identificó como integrantes de la Alianza Bolivariana, y que han visto en la «retórica del muro» fronterizo el momento oportuno para deslegitimar a EE.UU. ante Latinoamérica.
«El propósito es deslegitimar al presidente (Donald) Trump en América latina para que la población piense que él es enemigo del pueblo latinoamericano», agregó.