La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reporta que hay un aumento de hasta 300 por ciento en las detenciones de familias en la frontera con México en el mes de febrero.
“Las Unidades Familiares de Extranjeros (FMUA, en inglés) están cruzando nuestras fronteras en números récord”, afirmó la agencia en un comunicado. “Este año fiscal hasta la fecha, CBP ha visto un aumento de más del 300 por ciento en el número de unidades familiares detenidas en comparación con el mismo período en el año fiscal 2018”.
En lo que va del año fiscal actual han sumado 136,150 las retencionesde familias contempladas por un padre y/o madre con uno o más hijos. En todo el año fiscal 2018 fueron detenidas 107,212 familias. Esos grupos y los niños extranjeros no acompañados (UAC, en inglés) representan el 60 por ciento de las capturas, afirma la agencia.
La mayoría de las personas son originarias de América Central, particularmente de Guatemala, Hondurasy El Salvador, donde se han originado las llamadas caravanas migrantes, sobre las cuales México también ha alertado e investiga a posibles organizadores, como Pueblo Sin Fronteras, aseguró la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante una conferencia en Washington D.C. la semana pasada.
Sólo en febrero se detuvieron a 36,174 familias, mientras que en el mismo mes de 2018 se capturó a 5,475, cifras que coinciden con la formación de las caravanas migrantes en octubre pasado.
En total, en febrero se detuvo a 76,103 extranjeros indocumentados, lo que representa el pico más alto del año fiscal 2019, que comenzó en octubre pasado, superando por mucho el punto más alto en los últimos seis años, que fue en el año fiscal 2018, cuando registró la captura de 51,862.
La autoridad indicó que ha ubicado a 70 grupos grandes de 100 o más inmigrantes, que totalizan 12,069 aprehensiones; eso en comparación con 2018, cuando la Patrulla Fronteriza interceptó a 13 grupos grandes, mientras que 2017 sólo halló dos.
“Actualmente estamos enfrentando una crisis humanitaria y de seguridad nacional en nuestra frontera suroeste. Los vastos aumentos en las familias y los niños que cruzan nuestra frontera, en grupos más grandes y en áreas más remotas, representan un desafío único para nuestras operaciones e instalaciones”, consideró el Comisionado de la CBP, Kevin K. McAleenan.
Agregó que reorienta fondos para tener mayor personal que ayude a atender a los inmigrantes.
“He identificado fondos adicionales para recursos humanitarios en el campo, incluidos protocolos médicos más amplios y la adición de un centro de procesamiento central más apropiado para manejar el mayor volumen de unidades familiares y menores no acompañados”, aseveró.
La agencia está en medio del escrutinio de defensores de derechos humanos y civiles, principalmente por la deportación de padres de familia sin sus hijos, además de evitarles pedir asilo.
“Tenemos la confirmación de que @ICEgov ha detenido a cuatro de los padres que deportaron sin sus hijos, en lugar de liberarlos inmediatamente para reunificarse con sus hijos. El resto aún está bajo la custodia de @CBP, excepto por una familia que fue liberada. La pelea no ha terminado”, señala la organización Al Otro Lado, que orienta a inmigrantes que solicitan asilo.
La caravanas también han obligado una mayor acción del Gobierno mexicano, liderado por Andrés Manuel López Obrador, que ha adoptado el Pacto Mundial para la Migración promovido por la Organización de las Naciones Unidas –y que fue rechazado por el Gobierno del presidente Donald Trump— para garantizar un flujo migratorio seguro, ordenado y regular.
“Conforme a los principios del pacto global, México ha dejado de deportar cientos de miles de migrantes centroamericanos, en contraste con el paradigma migratorio de administraciones pasadas”, indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores. “México ha otorgado un estatus legal a más de 13,000 personas extranjeras que ingresaron por la frontera sur para documentar su ingreso y facilitar que algunos se inserten en el mercado laboral”.