El presidente electo, Nayib Bukele, dijo que “la ayuda humanitaria (a El Salvador) es buena y bien recibida”, pero que el país debe dejar de ver la ayuda humanitaria como un sostén, ya que este tipo de cooperación no es permanente, sino que “es para sacar los países adelante”. “Nuestros países deben de dejar de tratar de depender de la ayuda humanitaria”, aseguró.
Sin embargo, el próximo mandatario salvadoreño indicó que el recorte de la ayuda anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el Triángulo Norte, podría reanudarse a El Salvador una vez él asuma la presidencia el próximo 1 de junio.
“Yo creo que es un poco de visión, de baja autoestima, pensar que no podemos salir adelante sin ayuda humanitaria, incluso, yo lo dije en Estados Unidos, yo cambio toda la ayuda humanitaria a cambio que los ojos de las empresas de EE.UU. y del mundo se ponga en El Salvador, vengan a invertir y a generar empleos acá. Nosotros estamos dispuestos a decir: No queremos ayuda humanitaria, pero queremos inversión. Queremos que nos ayuden, no con ayuda humanitaria, sino desarrollar nuestro país”, le aclaró el aún no juramentado y próximo mandatario salvadoreño.
Bukele reconoció que la ayuda estadounidense es buena en algunas áreas específicas, tales como el combate contra el narcotráfico, tráfico de personas y la migración.
Nayib Bukele indicó que la migración no se genera en la frontera sur de Estados Unidos, sino en los países que, como El Salvador, “por la falta de oportunidades y por el poco crecimiento”.
“Creo que también nosotros como salvadoreños debemos tener la suficiencia de sacar nuestro país adelante”, aseguró Bukele, llamando a las fuerzas vivas del país a trabajar para sacar adelante a El Salvador.
