Unos 32 cabecillas de pandillas fueron trasladados este jueves a la prisión de máxima seguridad conocida como «Zacatraz» en el sureste de El Salvador, señalados de ser responsables de ordenar asesinatos de policías a principios de enero, informó el gobierno.
«Todas estas personas están relacionadas con los hechos en donde sufrieron atentados miembros de la policía en distintas zonas del país”, declaró en una rueda de prensa el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde.
De acuerdo al director de la Policía Nacional Civil (PNC), el comisionado Howard Cotto, 31 de los pandilleros trasladados al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca pertenecen a la violenta Mara Salvatrucha (MS-13) y solo uno al ala Revolucionarios de la pandilla Barrio 18.
«Estos sujetos son cabecillas en su mayoría de la MS-13, ellos han tenido un rango de conducción y han ordenado homicidios contra miembros de seguridad», sostuvo el jefe policial.
Los pandilleros fueron detenidos recientemente en varios operativos efectuados en todo el país, luego de que en la primera mitad de enero se registró el asesinato de nueve agentes de la PNC, atribuidos a las pandillas.
El penal de Zacatecoluca es conocido como «Zacatraz» en alusión a la antigua prisión estadounidense de alta seguridad de Alcatraz.
«Estas personas serán alojados en celdas individuales, donde no tendrán acceso a visita familiar, ni íntima, solo podrán contar con la visita profesional (de sus abogados). Tendrán derecho a recibir sol de manera restringida», explicó el director general de Centros Penales, Marco Tulio Lima.
«A este régimen serán sometidos todos los que atenten contra miembros de nuestras instituciones de seguridad», insistió Lima.
En 2018 El Salvador registró 3.340 homicidios, 15% menos que el año previo, aunque su tasa de 51 muertes por 100.000 habitantes lo mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo.
Las pandillas tienen unos 70.000 miembros, de los cuales 17.000 están encarcelados.