El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, reafirmó la continuidad de los fondos que su país entrega para los planes de seguridad en Centroamérica.
El presidente Salvador Sánchez Cerén recibió en la Casa Presidencial (Capres) a Barr, «encuentro en el que se ratificó el apoyo del Gobierno norteamericano» a los planes de seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), informó la Capres.
En la cita participó el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto; el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y el canciller, Carlos Castaneda.
Al finalizar la reunión, Cotto señaló que Barr reiteró que «no se pretende recortar fondos para el área de seguridad, no se visualiza esa posibilidad».
Añadió que «las áreas de más interés» de Barr en El Salvador son «la trata y tráfico de personas, el narcotráfico y el tema de pandillas».
«El fiscal ha reconocido los avances que hemos tenido en estas materias en El Salvador», sostuvo el jefe policial.
Cotto aseguró que Barr se reunirá «con personal de la institución policial para profundizar en diferentes casos de investigación que la entidad se encuentra realizando».
La delegación del fiscal general de Estados Unidos estuvo conformada por sus consejeros Will Levi y Gene Hamilton; el fiscal general adjunto, Brian Benczkowski; el subfiscal general adjunto, Bruce Swartz y la embajadora de los Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. anunció a finales de marzo pasado que el presidente de ese país, Donald Trump, ordenó suspender todo tipo de asistencia a El Salvador, Guatemala y Honduras.
No obstante, Barr señaló este jueves, durante una conferencia con los fiscales del Triángulo Norte centroamericano que dicha orden no involucra los fondos para los planes regionales contra las «maras».
Barr firmó con los fiscales de El Salvador, Raúl Melara; de Honduras, Óscar Chinchilla; y de Guatemala, María Porras, un acuerdo para ampliar la cooperación para la llamada Operación Escudo Regional.
Dicha operación, según datos de la Embajada de Estados Unidos, ha permitido desde 2017 la imputación de cargos a unos 7.000 pandilleros salvadoreños.
Entre estos se encuentra el cabecilla de la MS13, Armando Melgar, señalado de dirigir las operaciones de dicha estructura en la costa este de Estados Unidos.
Solo en El Salvador, las pandillas poseen más de 600 grupos desplegados por todo el territorio con unos 60.000 miembros, a los cuales el Gobierno atribuye la mayoría de los crímenes.