Bajo un sol radiante y con el mar agitado, los nadadores -entre las que se contaban nueve mujeres- comenzaron su prueba denominada «El Paso del Hombre» en la playa el Majahual, a donde acudieron muchas personas que con aplausos animaron a los participantes.
La mayoría de los nadadores pertenecían a la Cruz Roja Salvadoreña, pero también hubo participantes de la Cruz Roja de Costa Rica y de Honduras.
También se sometieron miembros de la Fuerza Naval y de la Escuela Militar de El Salvador.
«Es todo un reto la prueba para prepararse y poder servir», dijo a periodistas la nadadora de la Cruz Roja de Costa Rica, Raquel Miranda, de 19 años, quien aseguró que era la primera vez que se sometíia al desafío, con el claro deseo de ser destacada como guardavidas en alguna playa en el país.
Mientras los nadadores ingresaban al mar, un helicóptero de la Fuerza Aérea participaba en un simulacro de rescate de víctimas del vuelco de varias lanchas.
Otro nadador, miembro de la Cruz Roja de Honduras, se internó al agua bajo la atenta mirada de instructores que vigilaban a todos los participantes.
«Es la segunda vez que realizo la prueba, me toca cuidar playas en el norte de Tela (en el norte de Honduras). Esta preparación es determinante, y se demuestra en los rescates (de víctimas), con el mar no se juega», dijo.
«Es un orgullo reunir a los nadadores, sobretodo los jóvenes, para ponerlos de ejemplo en una buena causa, más aún en momentos que el país sufre la violencia social», indicó a periodistas el presidente de la Cruz Roja Salvadoreña, Benjamín Ruiz.
De acuerdo a la Cruz Roja salvadoreña, los nadadores que terminan la prueba son «premiados» con un puesto de guardavidas en alguna playa durante la época de la Semana Santa y otras épocas vacacionales.
Los que no logran concluirla sirven como guardavidas en ríos o piscinas en el país.